La Terapia Craneosacral es un sistema de terapia manual suave y profunda.
Esta técnica usa un tacto muy suave para evaluar las restricciones en el sistema cráneo-sacral, sin riesgos, que conviene tanto a niños como a adultos, puede utilizarse, sola o combinada con otras terapias.
Durante la sesión el cliente siente el contacto ligero de las manos del terapeuta entrenado en escuchar los movimientos sutiles del cuerpo, sus ritmos, pulsaciones y patrones de congestión y resistencia. Esta escucha proporciona información importante sobre el funcionamiento de la persona en su totalidad.
El terapeuta nunca impone nada sobre el cuerpo de la persona, ni fuerza a su organismo a hacer algo para lo que todavía no está preparado. Es el mismo sistema del cliente el que lleva la directriz de su proceso de curación.
Generalmente es necesario realizar una serie de sesiones para obtener todos los efectos beneficiosos que esta terapia puede ofrecer.
Al tratarse de una terapia global de todo el cuerpo, puede ayudar a las personas con casi cualquier condición, incrementando su vitalidad y permitiendo utilizar sus propios recursos de autocuración.
«Las indicaciones del tratamiento craneal son las mismas que las indicadas para el tratamiento osteopático, bien sean alteraciones estructurales con disminución de la movilidad articular y tensiones en los tejidos ligamentosos que provocan la alteración de un buen riego sanguíneo arterial. Añadiendo a la «supremacía de la arteria» de la que hablaba el Dr. Andrew Taylor Still , la osteopatía craneal simplemente da un paso al insistir en la buena circulación del líquido del cefalorraquídeo como irrigador de los «campos secos», tal y como lo visualizó en su día el fundador de la «Filosofía de la Osteopatía».
«… las lesiones de la columna repercuten sobre el cráneo y las del cráneo sobre la columna vertebral, así que ambas han de ser entendidas en conjunto para el tratamiento.»