El lumbago o lumbalgia se caracteriza por un dolor en la zona baja de la espalda (zona lumbar), causado por afección de alguna de las estructuras de esta zona: vértebras, discos intervertebrales, músculos o ligamentos.
La lumbalgia puede ser aguda si el dolor dura unos días o crónica si permanece más de 3 meses.
Causas:
Tensión muscular, desgarros musculares y ligamentosos, hernias o potrusión del disco intervertebral, artritis o artrosis son las causas más frecuentes del lumbago. Estas afecciones las suele propiciar la mala forma física o inactividad, los trabajos que sobrecargan la zona lumbar, estar demasiado tiempo de pie o sentado o hacer movimientos indebidos de forma brusca (sobre todo giros).
Síntomas:
Dolor en la zona (se suele agravar al andar), irradiación del dolor a zonas inferiores, contracturas musculares y limitación de la movilidad. Si los síntomas son fuertes y se complementan con fiebre es importante acudir al médico lo antes posible.
Tratamiento:
Cuando es aguda lo normal es tener reposo en cama durante uno o dos días. Para calmar el dolor los antiinflamatorios y analgésicos recetados por el médico vendrán muy bien. En cuanto al tratamiento fisioterapeútico: masajes, electroterapia analgésica, calor, osteopatía y técnias en general que reduzcan el dolor y mejoren la situación del paciente. Cuando se supera la fase aguda se recomienda una tabla de ejercicio para tonificar la zona lumbar.
Prevención de recaídas: usar calzado con poco tacón, sillas y mesas ergonómicas, evitar estar sentado o de pie durante periodos prolongados, dormir de medio lado con una almohada entre las piernas o evitar la obesidad son algunas medidas de prevención para no recaer.